Por una sociedad más justa y equitativa
Por Corriente Progresista
Las diferentes formas de desigualdad que existen en los países empobrecidos, como el nuestro, se ven atravesadas por la desigualdad entre varones y mujeres. No todos/as tenemos las mismas oportunidades, ni podemos ejercer nuestros derechos plenamente. La gran mayoría de las personas no tenemos libre acceso a la educación, la salud, la justicia, los medios de producción, la tierra, el agua, a un trabajo estable o a una vivienda digna; y las mujeres sufrimos una situación aún más precaria, sobre todo las mujeres jóvenes, madres y pobres. Es una realidad, las mujeres con escasos recursos económicos tienen menos posibilidades de garantizar y hacer exigir sus derechos.
Si bien la Ciudad de Buenos Aires se encuentra en mejores condiciones económicas que el resto del país, no es ajena de las desigualdades que atraviesan a la nación. En el 2008 asumió como Jefe de Gobierno Mauricio Macri, quien no solo no ha hecho nada en contra de las desigualdades existentes, sino que ha profundizado las condiciones que las generan, aumentando la fragmentación social, la discriminación y la estigmatización de los mas vulnerables a través del accionar de la Unidad de Control del Espacio Público –UCEP-, al avalar desalojos violentos, descontar sueldo a los/as docentes por ejercer su derecho a huelga y realizar recortes en los presupuestos de educación pública, salud y políticas sociales entre otras, para destinarlos a mayores niveles de represión como la creación de la Policía Metropolitana provista de pistolas de descargas eléctricas Taser y armas Pepperball.
El recorte en materia de salud sexual y reproductiva refuerza las tradiciones religiosas, las sociedades patriarcales y los intereses políticos y económicos que contraria el descenso en las tasas de natalidad; de esta forma el poder gobernante manipula el derecho de la mujer a asumir el control de su cuerpo y su vida. Sin métodos anticonceptivos, sin educación sexual y sin óptimos servicios especializados en planificación familiar solo se logran familias más numerosas, en su gran mayoría pobres, y condiciona socialmente a las mujeres a estar a cargo de la casa sin otra posibilidad de progreso y crecimiento.
El “Día de la Mujer” lo debemos utilizar para conmemorar, reivindicar y continuar las luchas históricas que las mujeres mantuvimos siempre, y que hace 100 años tiene fecha concreta: el 8 de Marzo. Hoy las mujeres hemos avanzado mucho pero tenemos aún muchos derechos y espacios por conquistar, los cuales solo alcanzaremos cuando podamos implementar políticas que generen una real igualdad de oportunidades, podamos comprometer a los varones a impulsar medidas en conjunto que prioricen las problemáticas sociales y que garanticen los derechos de todos/as, principalmente de los sectores más desprotegidos. En definitiva tenemos la obligación de exigir condiciones que nos permitan vivir en una sociedad más justa y equitativa ya que las desigualdades que sufrimos las mujeres es un problema de todos/as.
http://www.jrprogre.com.ar/
Por Corriente Progresista
Las diferentes formas de desigualdad que existen en los países empobrecidos, como el nuestro, se ven atravesadas por la desigualdad entre varones y mujeres. No todos/as tenemos las mismas oportunidades, ni podemos ejercer nuestros derechos plenamente. La gran mayoría de las personas no tenemos libre acceso a la educación, la salud, la justicia, los medios de producción, la tierra, el agua, a un trabajo estable o a una vivienda digna; y las mujeres sufrimos una situación aún más precaria, sobre todo las mujeres jóvenes, madres y pobres. Es una realidad, las mujeres con escasos recursos económicos tienen menos posibilidades de garantizar y hacer exigir sus derechos.
Si bien la Ciudad de Buenos Aires se encuentra en mejores condiciones económicas que el resto del país, no es ajena de las desigualdades que atraviesan a la nación. En el 2008 asumió como Jefe de Gobierno Mauricio Macri, quien no solo no ha hecho nada en contra de las desigualdades existentes, sino que ha profundizado las condiciones que las generan, aumentando la fragmentación social, la discriminación y la estigmatización de los mas vulnerables a través del accionar de la Unidad de Control del Espacio Público –UCEP-, al avalar desalojos violentos, descontar sueldo a los/as docentes por ejercer su derecho a huelga y realizar recortes en los presupuestos de educación pública, salud y políticas sociales entre otras, para destinarlos a mayores niveles de represión como la creación de la Policía Metropolitana provista de pistolas de descargas eléctricas Taser y armas Pepperball.
El recorte en materia de salud sexual y reproductiva refuerza las tradiciones religiosas, las sociedades patriarcales y los intereses políticos y económicos que contraria el descenso en las tasas de natalidad; de esta forma el poder gobernante manipula el derecho de la mujer a asumir el control de su cuerpo y su vida. Sin métodos anticonceptivos, sin educación sexual y sin óptimos servicios especializados en planificación familiar solo se logran familias más numerosas, en su gran mayoría pobres, y condiciona socialmente a las mujeres a estar a cargo de la casa sin otra posibilidad de progreso y crecimiento.
El “Día de la Mujer” lo debemos utilizar para conmemorar, reivindicar y continuar las luchas históricas que las mujeres mantuvimos siempre, y que hace 100 años tiene fecha concreta: el 8 de Marzo. Hoy las mujeres hemos avanzado mucho pero tenemos aún muchos derechos y espacios por conquistar, los cuales solo alcanzaremos cuando podamos implementar políticas que generen una real igualdad de oportunidades, podamos comprometer a los varones a impulsar medidas en conjunto que prioricen las problemáticas sociales y que garanticen los derechos de todos/as, principalmente de los sectores más desprotegidos. En definitiva tenemos la obligación de exigir condiciones que nos permitan vivir en una sociedad más justa y equitativa ya que las desigualdades que sufrimos las mujeres es un problema de todos/as.
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