CONTRA EL PATRIARCADO Y EL NEOLIBERALISMO
Las Irrompibles este
#8M salimos a las calles gritando bien fuerte para exigir la efectividad de nuestros derechos y los de todas las mujeres del mundo.
Somos nosotras, somos todas: las trans, las trabajadoras, las estudiantes, las académicas, las cooperativistas, las sindicalistas, las militantes políticas, las periodistas, las artistas, las trabajadoras del hogar, las precarizadas, las sueltas, las locas, las sumisas.
Estamos, juntas, gritándole al mundo que no queremos que nos sigan matando, que nos sigan violando, que nos impidan abortar, luchando por la soberanía de nuestros cuerpos; combatiendo al patriarcado que nos oprime todos los días.
Nosotras paramos este 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, para recordar y reivindicar a las 146 obreras de la fábrica textil Cotton de Nueva York, que murieron calcinadas por protestar contra bajos salarios y las infames condiciones de trabajo. Paramos por ellas y por todas las que nunca bajaron los brazos, las que fueron en contra del sistema, aquellas que marcaron historia, aquellas brujas que la inquisición calló, las que se animaron a pelear y soñar con un mundo que nos respete y nos incluya.
Nosotras paramos también porque en Argentina, el ajuste y el recorte
empiezan por nosotras. Porque el nefasto modelo económico neoliberal que
impone Mauricio Macri deja en la calle a miles de mujeres todos los
días y somete a tantas otras a salarios de hambre.
Las mujeres de la Patria sufrimos la opresión del patriarcado y la violencia del neoliberalismo, porque la crisis económica en la que nos han subsumido desde la política nacional recrudece la violencia hacia nuestros cuerpos, encontrando en los femicidios su respuesta más cruel.
En lo que va de este año 2017, se han registrado 57 femicidios, más de uno por día. Hemos llegado a la lamentable cifra de la muerte de una mujer cada 18 horas. Denunciamos al Gobierno Nacional, que niega la realidad que atravesamos, oficializando la errónea cifra de la muerte de una mujer cada 30 horas, estadística de hace dos años atrás. Lo denunciamos también porque desprecia la vida de las mujeres, llevando su modalidad de recorte incluso al presupuesto para luchar por nuestra vida y nuestros derechos. Mauricio Macri le quitó al presupuesto del Consejo Nacional de las Mujeres 67 millones de pesos.
En el modelo de vaciamiento del Estado, salimos a la calle para
denunciar que el Gobierno Nacional profundiza la feminización de la
pobreza.
Nos organizamos contra el confinamiento doméstico, contra la maternidad obligatoria y contra la competencia entre mujeres, todas formas impulsadas por el mercado y el modelo de familia patriarcal. Nos organizamos en todas partes: en las casas, en las calles, en los trabajos, en las escuelas, en las ferias, en los barrios, porque sabemos que la fuerza de nuestro movimiento está en los lazos que creamos entre nosotras.
Nosotras paramos y denunciamos:
Que cobramos menos que los varones y que la brecha salarial llega, en promedio, al 27%.
Que la desocupación atenta principalmente contra las mujeres y que no se reconoce que las tareas domésticas y de cuidado son trabajo que no se remunera y suma, al menos, tres horas más a nuestras jornadas laborales.
Que estas violencias económicas aumentan nuestra vulnerabilidad frente a la violencia machista, cuyo extremo más aberrante son los femicidios. Paramos para decirle al mundo que si nuestra vida no vale, produzcan sin nosotras.
Nosotras Paramos y exigimos:
Implementación de la Ley 26.485 para la erradicación de la violencia de género.
Aumento presupuestario para las áreas provinciales y municipales y políticas públicas que resuelvan el flagelo de la violencia machista.
Exigimos licencia laboral para las mujeres que sufren violencia de género.
Quita de impuestos a los productos de gestión menstrual.
Queremos educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir.
Decimos NO a las redes de trata y denunciamos al Estado Nacional y a los Estados Provinciales cómplices de estas redes.
Nos manifestamos en contra de la persecución política a las luchadoras populares. Exigimos Libertad ya a Milagro Sala.
Marchamos porque queremos que la cultura del abuso, el miedo, la explotación, la discriminación y la violencia cambie. Las mujeres queremos participar de la construcción de un mundo mejor para todas y todos. Porque nos mueve el deseo, porque nos arriesgamos en alianzas insólitas. Porque nos apropiamos del tiempo y construimos disponibilidad para nosotras, hacemos de nuestra unión alivio y conversación entre aliadas.
Frente a los hogares que se convierten en infiernos, nos organizamos para defendernos y cuidarnos entre nosotras.
Frente al crimen machista y su pedagogía de la crueldad, frente al
intento de los medios de comunicación de hacernos culpables y
aterrorizarnos, hacemos del duelo individual un consuelo colectivo, y de
la rabia una lucha compartida.
Frente a la crueldad, más feminismo.
Venimos juntas, organizadas y más unidas que nunca.
LAS IRROMPIBLES