ESPACIO DE LA MILITANCIA: NOTA DE MARCELO

QUÉ LE PASA A LA UNIÓN CÍVICA RADICAL?*
por Marcelo Garibaldi

La Unión Cívica Radical está atravesando una de las peores crisis que le haya tocado vivir a lo largo de su larga existencia en el proceso político argentino, y esto se debe a que la sociedad ha ido perdiendo lenta pero inexorablemente la confianza en dicha organización, porque ha visto como muchas veces sus dirigentes, sus representantes, piensan primero en su propio bienestar que en el del conjunto de la sociedad.
Como todo gran emprendimiento, el radicalismo tiene un ¿por qué? y un ¿para qué? que le marca su rumbo en la acción diaria, y cuando estos principios básicos se dejan olvidados, se cae justamente en la desconfianza de la sociedad. Cuando tenemos que definir el primer interrogante, lo podemos hacer siguiendo las palabras de HIPOLITO YRIGOYEN durante los acontecimientos revolucionarios de 1905 cuando define que el radicalismo "No es propiamente un partido en el concepto militante, es una conjunción de fuerzas emergentes de la opinión nacional, nacida y solidarizada al calor de las reivindicaciones públicas", mientras que cuando queremos indicar cual es la función que tiene que tener el radicalismo lo podemos hacer rememorando a otro gran dirigente como lo es MOISES LEBENSOHN cuando dice que nuestra tarea "es estar allí, donde entre en conflicto el privilegio de las cosas o los derechos del dominio con los reclamos de la vida humana, estamos y estaremos con los reclamos de la vida humana enfrentando a todos los poseedores de la tierra", o sea que es muy claro cuales son los límites que tiene el radicalismo para hacer diariamente su acciión política.
Solamente basta con repasar muy brevemente la historia de nuestro país para darnos cuenta de que cada vez que cumplimos fielmente estos principios la sociedad nos eligió para gobernar los destinos de nuestro territorio y que cada vez que violamos algunos de estos principios la sociedad procedió a darnos el castigo correspondiente. Cuando en 1916 la sociedad quiso decir basta a un sistema de gobierno donde el que se iba elegía a dedo a quien lo sucedería, a un sistema que imposibilitaba el real ejercicio de elegir y ser elegido, eligió al radicalismo de la mano de HIPOLITO YRIGOYEN, para que transformara la realidad y le pusiera fin a la injusticia que se estaba cometiendo. Cuando en 1963 la ciudadanía tuvo la intención de decirle basta a un gobierno que había ascendido al poder prometiendo verdaderas ideas desarrollistas y con el apoyo de un movimiento político como el Justicialismo que estaba proscrito por la dictadura de turno, y que una vez que llegó al gobierno comenzó a hacer todo lo contrario a lo que dijo en la campaña, o sea comenzó a regalar los pozos petroleros, a destruir lentamente la industria nacional, se olvidó que gran parte del poder provenía de una fuerza que no pudo competir en el comicio electoral, nuevamente eligió al radicalismo de la mano de ARTURO ILLIA, para que volviera las cosas a su orden natural. Finalmente cuando los argentinos decidieron decirle basta a una dictadura militar que había hecho del terror y del derramamiento de sangre sus principales acciones, y que cuando se vió que se le acercaba el final, inventó una incursión a las Islas Malvinas creyendo que el Reino Unido nunca vendría, los habitantes de este país volvieron a elegir al radicalismo de la mano de RAUL ALFONSIN, para que reinstalara en el Mundo el respeto por la Argentina.
Desde hace tiempo venimos sufriendo en el interior de nuestro partido, un proceso que permite que muchas veces pensemos si somos un partido con carácter nacional o somos un conjunto de voluntades provinciales, donde cada distrito hace lo que mas le conviene. Este proceso se vió profundizado en el 2003 con la irrupción del modelo kirchnerista y su famosa transversalidad. No tenemos que dejar de recordar que el Frente para la Victoria (seudo partido político que ganó las elecciones sin tener ni un solo afiliado propio) comenzó a cooptar dirigentes de todos los partidos ya existentes, y a este proceso no se salvó el radicalismo. Pero si bien muchos radicales se fueron hacia las filas del kirchnerismo, tambien los hubo quienes emigraron hacia Recrear (López Murphy), el ARI (Elisa Carrió) entre otros, haciendo que la crisis radical fuera cada vez mas profunda.
Ahora bien desde hace un tiempo que se observan como aquellos dirigentes que fueron deslumbrados por las potentes luces de las fuerzas políticas antes mencionadas, estan comenzando a pedir pista para poder volver al viejo terruño que los viera nacer, y la verdad es que nadie debiera estar en contra de este proceso que no es ni la primera ni la última vez que seguramente ocurre en el seno de nuestro centenario partido, lo que si debe ser discutido es en que situación se va a dar la vuelta de éstos.
No es lo mismo que vuelvan y se pongan a la cola de todos, para comenzar nuevamente a escalar las posiciones necesarias para luego saltar a eventuales candidaturas, que si lo quieren volver como cabeza de futuras listas electorales en 2009 y/o 2011, porque entonces quienes nos quedamos en la Unión Cívica Radical durante todos estos años donde no podíamos superar el dos por ciento de los votos, pero lo hicimos con la firme convicción de seguir llevando bien en alto las banderas, los ideales, los principios, la ética en la forma de ver y entender la política, seríamos nuevamente traicionados y defraudados.
Obviamente que en esta discusión no solo deberán estar aquellos órganos que la Carta Orgánica de la U.C.R. impone, sino que todos aquellos hombres y mujeres que formamos parte de la vida cotidiana de nuestra fuerza política, debemos tener la suficiente fuerza y coraje para hacernos escuchar en todos y cada uno de los lugares que sean convocados a tal efecto.
De nosotros, solamente de nosotros, depende el futuro de la UNION CIVICA RADICAL, no destruyamos mas de un siglo de vida y ejemplo en la Argentina.
*Escrita el 2/1/2009. Conceptos que no pierden vigencia.
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